El envejecimiento es una parte natural del ciclo de vida, pero eso no significa que el envejecimiento de nuestros padres y otros miembros de la familia en nuestros años más serios disminuya fácilmente. Los últimos años traen consigo una impotencia que les cuesta aceptar y los roles cambian poco a poco, así que nos ocupamos de ellos. ¿Cómo ayudarlos sin descuidarnos a nosotros mismos, a nuestra familia y a nuestra salud?
Cuidar a los miembros de la familia ancianos y enfermos es nuestro deber moral y, más recientemente, nuestro deber legal.
Según la nueva Ley de Protección contra la Violencia Doméstica, cualquier forma de negligencia de un miembro de la familia de edad avanzada, como la negligencia, la falta de alimentos, bebidas y medicamentos, se considera un delito más grave como un buen Servicio de asistencia familiar las palmas.
Las estadísticas dicen que solo el 17 por ciento de las personas cuidan adecuadamente a los familiares ancianos, y en Croacia, la negligencia ahora se castiga con una multa de 10,000 kunas o una sentencia de prisión de 45 días.
En las personas mayores, el aislamiento puede provocar depresión y abstinencia, y las investigaciones han demostrado que incluso el signo más modesto de atención puede reducir sus sentimientos de impotencia y mejorar su salud mental y física. En el caso de una enfermedad grave, el cuidado a largo plazo de ancianos y enfermos es un trabajo exigente que a veces durante un largo período de tiempo representa una gran carga para los miembros de la familia.
El gran desafío es la eterna lucha entre generaciones y el constante conflicto de opiniones que se impone, por lo que la comunicación con los mayores requiere de mucho entendimiento mutuo.
Para agradecer a los miembros de nuestra familia por todas las cosas hermosas que han hecho por nosotros en la vida, necesitan embellecer los viejos tiempos. Hay una serie de desafíos que podemos enfrentar, y los siguientes consejos pueden ayudarnos:
1. Admítese a sí mismo que las cosas han cambiado. Es realmente muy doloroso cuando nos damos cuenta de que nuestros padres, una vez sanos y fuertes, ya no pueden cuidar de sí mismos. Reconcilíese con el hecho de que ahora no tienen poder y concéntrese en cómo ayudarlos.
2. Acérquese a ellos con cuidado. Es muy importante no apresurar a las personas mayores porque al hacerlo las alejamos de nosotros y creamos una tensión innecesaria en nuestra relación. Ya no están en la flor de la juventud y para algunas cosas necesitan más tiempo, así que ármate de paciencia.
3. No espere necesariamente una relación emocional con sus padres. En años posteriores, la mayoría de las personas se vuelven más sensibles emocionalmente, lo que puede resultar en una expresión abierta de sentimientos, pero a menudo sucede exactamente lo contrario y se cierran sobre sí mismos.